No importa si te gusta o no,
de repente, te sorprendes cantando esa canción. Lo peor del caso es que, al
menos en la mayoría de los casos, es siempre el mismo pedazo.
¿Por
qué sucede? Tiene que
ver con nuestro laboradicto cerebro, para
ser más exactos, con la corteza auditiva. Escuchamos la canción pegajosa del
momento, empieza a trabajar el cerebro y quiere repetirla, como no nos la sabemos
completa, empezamos a repetir para llenar los espacios que nos faltan para
completar la canción.
Aunque la música pare, el cerebro quiere seguir cantando y busca la letra y ritmo en la
corteza auditiva.
Así que por más que quieres sacarla, terminaras cantándola inconscientemente. Pero no te preocupes, hay métodos que
nos pueden ayudarnos a olvidarla.
Según explica ojo cientifico puedes empezar por forzarte a cantar otra canción y,
si puedes, tócala con algún instrumento.
También puedes intentar distraerte con una actividad que
requiera esfuerzo, o
escuchar la canción que traes pegada, de principio a fin, para rellenar los
espacios.
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