jueves, 3 de julio de 2014

Por qué se nos pone la piel de gallina

Cuando decimos que "se nos erizan los pelos" o "los pelos se nos ponen de punta", estamos explicando sin querer, un fenómeno realmente interesante, producido por miedo, irritación y otras emociones intensas. En medicina se los designa con el nombre de horripilación cutánea o piloerección generalizada, queriendo significar, con la primera denominación, que acompaña a una sensación de gran miedo, y a la segunda expresión se refiere a un mecanismo propio del fenómeno, es decir, al enderezamiento del vello cutáneo.
 
 
Cada pelo cutáneo tienen una estructura sumamente interesante y compleja, originada en un bulbo piloso que asienta por debajo de la piel en el tejido celular subcutáneo y del cual nace su particular conformación. Corre luego por una vaina, cuya cara interna está recubierta por células, llamadas foliculares, y cuyo trayecto es levemente inclinado a través de toda la capa profunda de la piel, llamada dermis. En los estratos inferiores de esta capa toma inserción, alrededor de cada bulbo piloso, un pequeño fascículo de músculos lisos que, en dirección oblicua y sentido paralelo al pelo, se dirige hacia la papilas dérmicas, que en los estratos más altos de la capa se relacionan con la epidermis.
 
 
El pequeño músculo descrito, que pertenece al tipo de músculo liso o involuntario, está inervado por diminutas fibras que pertenecen al sistema nervioso. Cuando un gran problema emocional repentino impacta al individuo, este sistema autónomo entra en estado de alerta y su excitación provoca la contracción de estos pequeños músculos, con el consiguiente enderezamiento del eje del pelo, que, a su vez, como tenía dirección ligeramente oblicua, al ser violentamente impulsado hacia el lado opuesto de la misma, arruga una pequeñísima superficie de piel, dando las características rugosidades.

 

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